LINGUA LATINA HĪC ET NUNC
•
Curso elemental de latín gratuito en 16 capítulos, con teoría, ejemplos,
ejercicios, vocabulario y exámenes —autocalificables— parciales y final.
(Adaptado
a partir del libro"Latin DeMYSTiFied (Hard stuff made easy)" de
Richard Prior. Edit. MacGraw-Hill.)
• La
introducción y el primer capítulo se publican hoy, 8 de octubre de 2014. Los
capítulos restantes se publicarán sucesivamente el primer día hábil de cada
mes a partir del 1 de noviembre de 2014, precedidos de las respuestas al
examen del capítulo precedente.
• Es
un curso para autodidactas, pero se
atenderán cuando se pueda los señalamientos de errores, las dudas y las consultas breves y pertinentes que no
rebasen el tema o los conocimientos del autor del blog.
|
■
EL LATÍN DESMITIFICADO
Introducción
¿El
latín es lengua muerta?
En
realidad no es así;
dejó a
Roma patituerta
¡y
ahora me mata a mí!
Hace dos mil años, los antiguos romanos
usaban el latín diariamente para todo, desde gobernar un imperio hasta comprar
una hogaza de pan al regresar a casa. La gente de Italia lo usa todavía en la tienda,
aunque después de dos milenios de crecimiento y cambio. Y ahí el latín ahora se
llama italiano. En Francia le llaman francés; en España, español; en Portugal,
portugués. La lista de las lenguas hijas del latín es muy larga. La palabra
“romances” con que se les designa toma la raíz “rom” de “Roma”. Incluso el
inglés —lo mismo que otras lenguas no romances— puede considerarse como lengua
hijastra del latín, ya que más del 60 por ciento de las palabras inglesas
proviene directamente de raíces latinas.
La
frustración contenida
en la cita de arriba, que debe ser desmitificada, deriva de la intrincada
arquitectura de la lengua latina.
Lo
que cuenta en el latín no es el lugar de las palabras en la oración sino sus
terminaciones. Aprendamos las terminaciones de las palabras y sus usos —y sus
significados, por supuesto—, y luego relajémonos y tratemos de leer el latín
como lo hacían los romanos.
Como
los romanos decían: Incipiant lūdī!
(¡Que comiencen los juegos!)
PRIMERA PARTE
Los fundamentos de la lengua latina
Capítulo 1
LAS PARTES DEL DISCURSO
Como
todos los campos de estudio, el del latín tiene su buena porción de términos
especializados. Algunos de ellos, como sustantivo, nos serán familiares;
otros, como rotacismo (conversión de la ‘s’ en ‘r’ en posición
intervocálica), probablemente serán nuevos para nosotros. Como quiera que sea,
la mayoría de esos términos tienen que ver con la gramática.
Comencemos con las partes del discurso.
Un sustantivo es el nombre con que se
designa a una persona, lugar o cosa, por ejemplo, hombres, Roma, gaita.
Un pronombre sustituye a un nombre, por
ejemplo, aquellos, ella, quien.
Un verbo indica acción o existencia,
por ejemplo, bebo, era, sucede.
Un adjetivo describe a un sustantivo,
por ejemplo, verde, alto, diecisiete.
Un adverbio modifica a un verbo (por
ejemplo, ayer, rápidamente, a menudo), a
un adjetivo (por ejemplo, elevadamente,
considerablemente) o a otro adverbio
(por ejemplo, muy, bastante).
Una conjunción conecta palabras, frases
o cláusulas, por ejemplo, “sí o no”,
“sobre el río y a través del
bosque”, “estaré aquí cuando ellos lleguen”.
Una preposición señala una relación
entre palabras, por ejemplo, “el tonto en
la colina”.
Una interjección es una palabra
exclamativa, por ejemplo, ¡bravo!, ¡ay!, ¡ajá!
Pronunciación
El
estudio de una lengua extranjera moderna incluye cuaro habilidades: dos activas
(hablar y escribir) y dos pasivas (escuchar y hablar). Como el latín ya no se
habla nos concentraremos solamente en su escritura. En estos días, el único
latín que podemos oír es el latín eclesiástico, que se habla usando las reglas
del italiano moderno. Por ejemplo, la palabra latina ecce (¡mira!, ¡miren!) en el latín de iglesia se pronuncia eche, aunque en el latín clásico, que es
el que estudiaremos en este libro, se pronuncia eke.
En el latín, como en el español —y a
diferencia del inglés y otras lenguas—, cada letra representa un solo sonido.
Sin embargo, algunas letras del alfabeto
latino —que es básicamente el mismo que el español— se pronunciaban distinto a
como ahora se pronuncian en español.
La c
siempre suena como 'k' incluso antes de 'e' o 'i': Cicerō (nombre de Cicerón, famoso orador, escritor y político
romano) se pronuncia 'kíkero'. La g
siempre tiene sonido suave, como en gallo,
guerra, guiño y gusto, incluso antes de 'e' o 'i: gelu (hielo) se pronuncia 'guelo', y gingīva (encía) se pronuncia 'guinguiva'. La k en latín es muy rara y generalmente en lugar de ella se usa la c. La q siempre va seguida de una 'u' y ésta siempre se pronuncia,
incluso antes de 'e' o 'i: quadrātus
(cuadrado) se pronuncia 'cuadratus'; querēla (queja), 'cuerela'; quid (qué), 'cuid', y quo (dónde) 'cuo'. La v se pronuncia como 'u': venio (vengo) se dice 'uenio'. La x en realidad es una doble consonante
que equivale a c + s o a g + s.
Vocales
Las
vocales latinas pueden ser largas o breves. Si la vocal es larga, tendrá encima
un acento horizontal largo. Los romanos no usaban acentos. Para nosotros son
importantes solamente para la métrica poética. La diferencia de pronunciación
entre vocales largas o breves es muy pequeña. Básicamente, las vocales largas
duran el doble de las breves (como en música una blanca respecto de una negra).
Diptongos
Un
diptongo es un par de vocales que se pronuncian como una sola. Los diptongos
latinos son los siguientes:
DIPTONGO
|
EJEMPLO
|
TRADUCCIÓN
|
ae
|
aequus
|
igual,
justo, imparcial
|
au
|
aut
|
o…
o… (o aprendes o te vas)
|
ei
|
deinde
|
luego,
después, inmediatamente
|
eu
|
eheu
|
¡ay!
(expresión de dolor)
|
oe
|
foedus
|
pacto
|
ui
|
huic
|
a
o para este, esta, esto
|
Combinaciones
de consonantes
Hay en latín algunas combinaciones de
letras aue merecen atención. La ch suena como 'k': pulcher (bello) se dice 'pulker'; la ph como 'f': philosophia
se dice 'filosofía', y la th como
't': theatrum se dice 'teatro'.
El
acento
Las reglas para acentuar las palabras
latinas son muy simples. Las últimas tres sílabas de una palabra tienen nombres
especiales: la última se llama ultima; la penúltima, penult,
y la antepenúltima, antepenult. El acento va en la penult si ésta es larga; si no lo es, va en la antepenúltima. Por
ejemplo, se pronuncia hómines —hominēs— porque
la sílaba mi es breve; y se
pronuncia amáre —amāre— porque la silaba mā es larga.
La diferencia entre ‘inflexión’ y
‘análisis’
Para
aprender latín hay que entender la diferencia entre lenguas flexibles y lenguas
analíticas. El latín es flexible, el español es analítico. Por esta razón no
podemos leer el latín como si fuera español.
La diferencia fundamental entre las dos
clases de lenguas radica en la sintaxis. La sintaxis es la manera
en que la palabras se relacionan entre sí en una oración. En las lenguas
analíticas, las relaciones de las palabras dependen del orden en que aparecen
en la oración. Por ejemplo, en la oración César
venció a Vercingétorix sabemos que César
es el sujeto porque está antes del verbo. Si cambiamos el orden de las palabras
a Vercingétorix venció a César ¡estaremos
diciendo exactamente lo contrario! Si jugamos con el orden un poco más y
decimos a venció César Vercingétorix la expresión es ininteligible. Las
lenguas flexibles como el latín utilizan las terminaciones de las palabras, no
su orden, para construir oraciones entendibles. Veamos con cuidado las
siguientes oraciones latinas:
Caesar Gallōs vicit
Caesar vicit Gallōs
Gallōs Caesar vicit
Gallōs vicit Caesar
Vicit Caesar Gallōs
Vicit Gallōs Caesar
¡Todas significan lo mismo! Ahora veamos
cómo podemos cambiarle las cosas al famoso general.
Gallī Caesarem vīcērunt
Gallī vīcērunt Caesarem
Caesarem vīcērunt Gallī
Caesarem Gallī vīcērunt
Vīcērunt Gallī Caesarem
Vīcērunt Caesarem Gallī
Aunque todas las tienen la misma traducción, hay una pequeña
diferencia entre ellas. En el latín, el orden usual es Sujeto-Objeto-Verbo.
Cuando ese orden se altera, usualmente se debe al énfasis. Por ejemplo, Caesar
Gallōs vicit responde a la pregunta ¿Quién
derrotó los galos?, mientras que Gallōs Caesar vicit responde a la
pregunta ¿A quienes derrotó César?
Echemos otra mirada a los ejemplos y veremos que las terminaciones
de las palabras cambiaron en el segundo grupo. Claramente, las terminaciones en
latín son cruciales. La conclusión es que tendremos que memorizar un buen
número de terminaciones de palabras. No tengamos miedo. Hagamos un cuaderno de
notas o un archivo de tarjetas para consulta. Avancemos paso a paso,
construyendo sobre lo aprendido previamente y poniendo atención a los patrones
conforme vayan presentándose.
Como lengua indoeuropea, el español también fue una lengua
bastante flexible en alguna época de su historia. Aunque el orden de las
palabras domina ahora, todavía hay algunas flexiones en el español moderno. La
terminación ‘a’ en muchos sustantivos
y adjetivos indica el género femenino, y la terminación ‘s’ señala la mayoría de las veces el número plural. Asimismo, la
terminación con vocal acentuada generalmente indica el tiempo perfecto en la
persona singular —amé, temí, partí—.
La lengua latina es altamente flexible, especialmente en los
sustantivos y los verbos.
El corazón de la oración latina es el verbo. El trabajo de
todas las otras palabras y los otros grupos de palabras de la oración es
modificar el verbo de alguna manera.
LOS SUSTANTIVOS
LATINOS
Las declinaciones
Los sustantivos latinos se dividen en
cinco grupos llamados declinaciones, que tienen los poco
originales nombres de "primera declinación", "segunda
declinación", etc. (etc. es la
abreviatura de et cētera, que significa "y lo demás",
lo que se refiere usualmente al resto de un número finito de elementos que
forman un conjunto cerrado). La clasificación de los sustantivos en cinco
declinaciones se basa en los patrones de sus terminaciones.
Los casos
Para
los hablantes del protoindoeuropeo (PIE), la lengua madre del latín, los
sustantivos podían interactuar con los verbos en ocho diferentes maneras
llamadas casos. Enseguida se muestran los casos originales del PIE y las
ideas básicas con que cada uno de ellos estaba relacionado.
CASO
|
FUNCIÓN
BÁSICA
|
EJEMPLO
|
Nominativo
|
Sujeto de la acción
|
Él paseaba al perro
|
Vocativo
|
La persona a quien se habla
|
¡Amigo!
|
Genitivo
|
Vínculo entre sustantivos
|
Su idea es ridícula
|
Dativo
|
Interés personal
|
Fue
un día interesante para él
|
Acusativo
|
Donde recae la acción
|
Besé
a mi mujer
|
Ablativo
|
Donde la acción comienza
|
Este
librero fue construido por él
|
Instrumental
|
Lo que acompaña a la acción
|
Fui
a Roma con él
|
Locativo
|
Donde la acción tiene lugar
|
Un
insecto caminaba sobre él
|
El lenguaje es un ente vivo, y los entes
vivos cambian con el tiempo. Entre los hispanohablantes pocos saben que pescozón es un golpe dado en la cabeza
con los nudillos de la mano, y que rizar
el rizo alguna vez significó “complicar las cosas excesivamente”.
En el español moderno, todos los casos
gramaticales del indoeuropeo se colapsaron en tres: nominativo, genitivo y
acusativo. Y el español utiliza preposiciones para sustituir la pérdida de las
terminaciones.
El comienzo del colapso del indoeuropeo que
se dio hace unos 2,000 años también afecto al latín clásico. En resumen, el
ablativo absorbió a los casos instrumental y locativo. Esto resultó en un
ablativo que parece tener 1,001 usos conocidos, los que históricamente han
mantenido a los estudiantes alejados de su aprendizaje. No hay porqué
preocuparse. Examinaremos el ablativo en todos sus usos durante el desarrollo
de este libro.
Número y género
El
término gramatical número se refiere al singular
y al plural. El latín tiene tres
géneros gramaticales: masculino, femenino y neutro. El latín y sus lenguas hijas como el italiano, el francés,
el español y el portugués trabajan tanto con los géneros naturales como con los
gramaticales.
En latín, el género gramatical se asigna a
los objetos con base en la terminación de la palabra que los designa. Por
ejemplo, la palabra mensa (mesa), está considerada como
gramaticalmente femenina porque sigue el mismo patrón de terminaciones que puella (niña), que naturalmente tiene género femenino. El género neutro
toma su nombre del latín neuter, que
significa ninguno. Los patrones de
las terminaciones de los sustantivos neutros no siguen los modelos masculinos o
femeninos, aunque sus formas son esencialmente las mismas que las de los
sustantivos masculinos, con pequeñas variaciones.
Cómo leer en el diccionario las entradas
de sustantivos
Hay cuatro temas que se presentan en
relación con las entradas de sustantivos latinos en el diccionario. Tomemos el
siguiente sustantivo como ejemplo:
pēs, pedis m. pie
Pēs es la forma del nominativo (el
nominativo es el caso que corresponde al sujeto de la oración) singular. Es la
parte principal de la entrada del diccionario. La segunda palabra, pedis, es la forma del genitivo
singular (genitivo es el caso que corresponde al objeto poseído por el sujeto o
perteneciente a éste). Esta segunda palabra proporciona dos elementos cruciales
de información. El primero es el cambio de raíz. ¿Que significa 'cambio de
raíz'? A veces sucede que una palabra cambia un poco cuando se le agrega alguna
de las otras nueve posibles terminaciones. Para saber qué parte permanece sin
cambio (la raíz) simplemente quitamos la terminación del genitivo. Para pēs, la raíz a la que se agrega alguna de
las otras posibles terminaciones es ped–.
El segundo elemento de información es la parte –is, que es la terminación del genitivo, y nos indica a qué
declinación pertenece la palabra.
Un sustantivo puede pertenecer a una de
cinco declinaciones según la terminación
de su caso genitivo. Así, si conocemos su genitivo, sabemos también a qué
declinación pertenece el sustantivo. Este es el segundo elemento crucial de
información que nos proporciona el genitivo. En este ejemplo, la terminación –is nos señala que pēs es un sustantivo de la tercera
declinación.
La tabla siguiente contiene la lista
de terminaciones de las cinco declinaciones:
DECLINACIÓN
|
TERMINACIÓN DE GENITIVO
|
Primera
|
–ae
|
Segunda
|
–ī
|
Tercera
|
–is
|
Cuarta
|
–ūs
|
Quinta
|
–ēī
|
La m.
(masculino) en la entrada del diccionario se refiere al género de la
palabra latina. El femenino se indica
con f. y el neutro con n.
Cuando se estudia el vocabulario latino
es indispensable aprender los cuatro elementos de los sustantivos (no sólo su
significado): 1) raíz, 2) terminación del genitivo, 3) declinación y 4) género.
LOS VERBOS LATINOS
El
verbo es el corazón de la oración latina y contiene una cantidad asombrosa de
información. El latín es una lengua muy economizadora, de tal manera que un
simple verbo puede fácilmente corresponder a una oración completa en inglés. El
verbo latino puede hacer esto en virtud de las muchas formas que puede adoptar.
Mientras que un sustantivo puede tomar diez formas distintas, un verbo puede
presentarse ¡en más de 250! Veamos los pocos factores que hacen posible esa
sobrecogedora cifra, pero que también la hacen manejable.
Los verbos tienen cinco características básicas: persona,
número, tiempo, modo y voz.
La persona se refiere al punto de vista de quien habla (la primera persona es
quien habla; la segunda, a quien se habla, y la tercera de quien se habla). El número,
a si la persona que ejerce la acción del verbo es una sola (singular) o varias
(plural). El tiempo, al momento o lapso en que la acción del verbo se
realiza; pero no solo se refiere al tiempo presente, pasado o futuro, sino que
también comprende el concepto llamado aspecto
en lingüística, que se refiere a la manera en que el sujeto que habla ve la
acción, ya sea como un acto en desarrollo o como un acto único terminado. En
latín hay seis tiempos verbales: tres para el aspecto continuo y tres para el aspecto completo (cada uno para presente, pasado y futuro). Esos
tiempos son: 1) presente [yo voy], 2) imperfecto
[yo iba], 3) futuro [yo iré], 4) perfecto [yo fui], 5) pluscuamperfecto
[yo había ido] y 6) futuro perfecto [yo habré ido].
El modo se refiere a la manera en que
el que habla trata una acción. En el modo indicativo, la trata como un
hecho real: Él está aquí. En el modo
imperativo, el que habla trata a la acción como una orden: ¡Estáte aquí! El modo subjuntivo trata a
la acción como idea o como deseo: Si él
estuviera aquí... Finalmente, el modo infinitivo se refiere a una
acción en general sin asignar su realización a una persona: estar.
La voz tiene que ver con la relación
entre el sujeto y el verbo. Cuando el sujeto realiza la acción, el verbo está
en voz
activa: él me ama. Pero si el
sujeto recibe la acción, entonces el verbo está en voz pasiva: yo soy amado. Hay una tercera voz que se
usa ocasionalmente llamada voz media, en la que el sujeto
realiza la acción sobre sí mismo o en su propio beneficio: yo me amo.
Los verbos tienen otras formas como gerundios
(que expresan acciones durativas y generalmente tienen función
adverbial: está corriendo) y supinos
(infinitivos de fin que
expresan la acción del verbo como fin
u objeto: estuvo aquí para
descansar).
El
verbo latino tiene cuatro participios: 1)
participio presente activo [amando], 2) participio perfecto pasivo
[amado], 3) participio futuro activo [el
que va a amar <el que va a estar amando>] y 4) participio futuro pasivo [el que va a ser amado]. Mientras que el
participio presente se refieren a algo que está sucediendo al mismo tiempo que
el verbo principal, y los participios perfectos a algo que sucedió antes de la
acción del verbo principal expresada en pasado, los participios futuros señalan
algo que sucederá antes de la acción principal del verbo expresada en futuro.
Puesto que los participios son adjetivos verbales, deben concordar en género,
número y caso con la palabra que modifiquen. Así, el latín cumple esta concordancia mediante terminaciones, y un
participio puede adoptar ¡30 formas distintas!
Las
conjugaciones
Así como los sustantivos se organizan en
declinaciones, los verbos se arreglan en cuatro grupos llamados conjugaciones,
basadas en la terminación del presente de infinitivo, que generalmente aparece
en los diccionarios como la segunda forma principal de cada verbo.
CONJUGACIÓN
|
TERMINACIÓN DE INFINITVO
|
Primera
|
–āre
|
Segunda
|
–ēre
|
Tercera
|
–ere
|
Cuarta
|
–īre
|
Pocos verbos latinos son irregulares y no
pertenecen a ninguna de las conjugaciones.
Formas principales de los verbos
Cuando
buscamos un verbo en el diccionario latino vemos una lista de cuatro, o a veces
sólo tres, o incluso dos, palabras. Éstas son las formas principales del verbo
de que se trate, las que nos dan toda la información que necesitamos para
construir cualquiera de las más de 250
formas posibles de un verbo. Obviamente, cuando estudiamos vocabulario es
crucial memorizar las cuatro formas principales de cada verbo. Tomemos como
muestra una entrada del diccionario de un verbo latino y analicemos cada una de
sus formas principales.
moneō, monēre,
monuī, monitum avisar
|
¿Recuerda usted el concepto de 'aspecto
verbal' antes señalado? El aspecto continuo muestra la acción
del verbo en pleno desarrollo. Este aspecto tradicionalmente es llamado sistema
de presente, un nombre confuso porque se aplica también a otros tiempos
distintos del presente. Las dos primeras formas principales (moneō <aviso>, monēre <avisar>) de
un verbo latino nos dan toda la información necesaria para construir todas las
formas de este aspecto: 1) el tiempo
presente [moneō <aviso>],
2) el tiempo imperfecto [monēbam <avisaba>],
3) el tiempo futuro [monēbō] <avisaré>]; 4) el
participio presente activo [monēns
<avisando, "avisante", que avisa>] 5) el participio
futuro pasivo [monendus <que
ha de ser avisado>] y 6) el infinitivo
presente [monēre <avisar>].
El aspecto completo, llamado a menudo
'sistema de perfecto', se refiere a una acción que ha sido o habrá sido
completada ("perfeccionada") en el pasado, el presente o el futuro.
Las últimas dos formas principales [monuī
<avisé>, monitum <avisado>]
(o la última si el verbo sólo tiene tres partes) nos dicen todo lo que
necesitamso saber para construir las siguientes formas: 1) el tiempo perfecto [monuī
<avisé>], 2) el tiempo pluscuamperfecto
[monueram <había avisado>], 3) el tiempo futuro perfecto [monuerō <habré avisado>], 4) el supino [monitum <a avisar>, 5) el infinitivo futuro activo [monitūrus esse <haber de avisar>], 6) el infinitivo futuro pasivo [monitum īrī <haber de ser avisado>], 7) el infinitivo perfecto activo [monuisse <haber avisado>], 8) el infinitivo perfecto pasivo [monitus esse] <haber
sido avisado>, 9) el participio
perfecto pasivo [monitus <avisado>], 10) el participio futuro activo
[monitūrus <yendo a avisar,
estando a punto de avisar> y 11) el
participio futuro pasivo monendus <yendo a ser avisado, estando a punto de ser
avisado>.
Regresemos a nuestro verbo moneō...
La primera forma principal, moneō, corresponde a la primera persona
singular del tiempo presente: aviso.
Esta es la entrada principal en las listas de los diccionarios. Esta forma nos
dice también si se trata o no de un verbo terminado en —iō. Los verbos terminados en —iō
tienen algunas peculiaridades que
veremos después.
La segunda forma principal, monēre, es el infinitivo presente: avisar. Su función principal es decirnos
a cuál conjugación pertenece el verbo. Esto es importante porque cada
conjugación tiene su propia manera de añadir terminaciones a la raíz del verbo.
De la tabla de conjugaciones de arriba deducimos que moneō pertenece a la segunda conjugación. También podemos darnos
cuenta del acento horizontal sobre la primera e de la terminación de infinitivo. Ese acento marca la diferencia
entre la segunda (—ēre) y la tercera
(–ere) conjugaciones, y la
diferencia es grande. Sólo unos pocos acentos son cruciales. Éste es uno de
ellos.
La tercera forma principal, monuī, corresponde a la primera persona
singular del tiempo perfecto: avisé.
Si quitamos la –ī final, nos queda
la raíz que necesitamos para construir
todas las formas del sistema de perfecto, pero sólo para la voz activa.
Para las formas del sistema de perfecto de la voz pasiva tenemos que movernos a
la última forma principal.
La cuarta forma principal, monitum, tiene una historia
interesante. Una tradición ha conducido a enlistar el supino (con terminación –um) en las entradas de los
diccionarios. Otra tradición utiliza el participio perfecto pasivo (con
terminación en –us). En este libro seguimos
la primera tradición, pero ambas son válidas. Sea
que quitemos la terminación –um o la
terminación –us, nos quedará siempre
la misma raíz: monit–.
Otra consideración es que algunos verbos
no tienen supino o participio perfecto pasivo. Algunos de estos verbos, sin
embargo, tienen participio futuro activo. Si este es el caso, el participio futuro
activo es incluido como la cuarta forma principal. Los participios futuros
activos son fácilmente reconocibles por su terminación –ūrus. (El –ur– de la
palabra española futuro no es una coincidencia.) Si el verbo no tiene participio
futuro activo, entonces sólo tiene tres formas principales.
FORMA PRINCIPAL (signiificado)
|
TERMINACIÓN
|
RAÍZ
|
LO QUE NOS INFORMA:
|
Primera: moneō (yo aviso)
|
–o
|
mone–
|
1) Si se trata o no de un verbo terminado en —iō.
2)
El participio futuro pasivo [monendus <que ha de ser avisado>].
|
Segunda: monēre (avisar)
|
–are
|
monē–
|
1) La conjugación a que el verbo pertenece. En este caso,
además, el acento horizontal sobre la primera e de la terminación de infinitivo nos indica que el verbo
pertenece a la segunda conjugación y no a la tercera, lo cual es crucial.
2)
El tiempo imperfecto [monēbam
<avisaba>].
3) El tiempo futuro [monēbō] <avisaré>].
4) El participio presente activo [monēns <amando, amante, que
ama>].
|
Tercera: monuī (yo avisé)
|
–i
|
monu–
|
1) Todas las formas del sistema de perfecto de la voz
activa.
|
Cuarta: monitum (avisado)
|
–um
|
monit–
|
1) Todas las formas del sistema de perfecto de la voz
pasiva.
|
Examen del capítulo 1
Elija
la respuesta más apropiada para completar cada enunciado (marque con una 'x' en
el paréntesis cuadrado su respuesta).
1)
Los sustantivos latinos se dividen en grupos llamados:
a) declinaciones [ ]
b) conjugaciones [ ]
c) conjuntos [ ]
d) inflexiones [ ]
2)
Los verbos latinos se dividen en grupos llamados:
a) declinaciones [ ]
b) conjugaciones [ ]
c) conjuntos [ ]
d) inflexiones [ ]
3)
El término gramatical para designar el caso en que se encuentra una exclamación
es:
a) nominativo [ ]
b) interjección [ ]
c) expletivo [ ]
d) conjunción [ ]
4)
La abreviatura latina que significa es
decIr (o sea, en pocas palabras) es:
a) et al. [
]
b) viz [ ]
c) i.e. [ ]
d) e.g. [ ]
5)
La abreviatura latina que significa y
otros (y los otros) es:
a) et al. [
]
b) viz [ ]
c) i.e. [ ]
d) e.g. [
]
6)
El término para referirse al cambio en la forma de una palabra, que indica la
función gramatical de ésta, es:
a) declinación [ ]
b) conjugación [ ]
c) tipo [
]
d) flexión [ ]
7)
Pasiva es una de las formas
gramaticales de:
a) modo [
]
b) género [ ]
c) voz [ ]
d) caso [
]
8)
Indicativo es una de las formas
gramaticales de:
a) modo [
]
b) género [ ]
c) voz [ ]
d) caso [
]
9)
Acusativo es una de las formas
gramaticales de:
a) modo [
]
b) género [ ]
c) voz [ ]
d) caso [ ]
10)
Neutro es una de las formas
gramaticales de:
a) modo [
]
b) género [ ]
c) voz [ ]
d) caso [
]
(LAS
RESPUESTAS CORRECTAS, PARA AUTOCALIFICACIÓN. SE PROPORCIONARÁN AL COMIENZO DE
LA SIGUIENTE ENTREGA.)